El Esquema Evolutivo-Tierra y su proceso ascensional
Conceptos preliminares.
Para entender el concepto de la
palabra “ASCENSIÓN” desde el punto de vista espiritual, hay que estudiar y
entender ciertos conceptos básicos sobre el alma, la conciencia, la evolución y
la Liberación, así como también claridad respecto de conceptos sobre “EVOLUCIÓN
CÓSMICA”. En los estudios presentados
aquí sobre la Ascensión vibracional o
lumínica no nos ocuparemos del tema a nivel del individuo, es decir de
la regeneración del alma humana hasta alcanzar el ‘estado ascendido’
correspondiente a la 5° Iniciación (estado de Adepto o Maestro), ya que ello ya
ha sido tratado en otras oportunidades. En estos escritos nos enfocaremos en la
Ascensión Planetaria, y para ello estudiar la Evolución cósmica es necesario,
comenzando por el estudio de la evolución del sistema solar y los “esquemas
evolutivos” de sus planetas.
Entrar en conceptos
de Teosofía es lo indicado, ya que sin estos conocimientos la
mente humana divaga a través de un mar de conceptos, verdaderos algunos, falsos
o dudosos otros…, constituyendo muchas veces tal ‘mixtura de blancos y grises’
una parcial comprensión denominada ‘espejismo’. Un espejismo en la conciencia
está conformado por ilusiones y esperanzas que tarde o temprano se desintegran,
produciendo la necesaria pero dolorosa “des-ilusión”.
Esto es, precisamente, lo que sucedió a muchos estudiantes alrededor
del mundo que, sin conocimientos serios sobre Teosofía, se sintieron
genuinamente atraídos por el tema de la Ascensión Planetaria al ponerse
tal temática en difusión masiva en relación con el emergente tema de “las
Profecías Mayas”. Este tema, que se lo asoció a fechas especiales, como la del
fin del 2012, produjeron espejismos en las mentes de miles de estudiantes del
mundo, aunque cierto es que en todo este tema tan difundido antes del 2012
existía una esencia verdadera respecto de la Ascensión del Planeta.
Para entender tal ‘esencia verdadera’ del
conocimiento sobre todo lo relacionado a la “Ascensión” hay que olvidar las
‘fechas temporales’ y olvidar también todo lo que sea “profecía” (sin
menospreciarlas, pues hay algunas que merecen detenida atención). Al decir que
hay que olvidar las “fechas y profecías” se quiere decir que hay que limpiar la
mente para entrar en un conocimiento que exigirá abstracciones del pensamiento.
El estudio esotérico es un viaje profundo de abstracciones de la mente, para
entender conceptos, muy relacionados al simbolismo y a las matemáticas.
Se verá a continuación por qué de dice esto.
El “plan
de evolución” o “esquema evolutivo” al que nuestra Tierra pertenece, no es el
único de nuestro sistema solar, pues en este sistema existen diez ‘planes evolutivos’
como escenarios de análogas evoluciones. Es decir que existen en nuestro
sistema solar ‘10 Logoi’(1) (‘Espíritus Planetarios’ que dependen del sol
central del sistema), cada uno con su propio plan o esquema evolutivo.
Cada esquema
evolutivo planetario es un ‘plan de recorrido experiencial’ que debe efectuar el Ser Planetario a través
de renacimientos sucesivos. Estos renacimientos o encarnaciones de un Logos
Planetario son siete, para un solo ‘plan evolutivo’. En las 3 primeras encarnaciones planetarias el
Espíritu Planetario (que siempre es un soplo o emanación del sol central) se va
sumiendo gradualmente en la materia. En la 4° encarnación logoica, el Ser o
Espíritu solar planetario ha alcanzado la mayor densitud material de su esquema
evolutivo; y en las 3 encarnaciones subsiguientes irá ascendiendo nuevamente, sutilizando la materia y elevando cada vez
más las vibraciones, hasta alcanzar así su 7° renacimiento, (el último de su
presente plan evolutivo), para, después de un Pralaya (descanso cósmico) volver
a iniciar la rueda evolutiva en un siguiente nivel de energía y experiencia,
para el cual se diagramará un nuevo “plan de evolución”.
El
siguiente esquema simple muestra la sumersión de la Vida Divina (llamada Logos)
en la materia para, luego de la máxima densificación (el n° 4), ir resurgiendo,
o bien, ascendiendo nuevamente hacia la Fuente del Origen Divino.
En el
dibujo, cada ondulación representa un renacimiento del Espíritu Planetario (y
pueden representar también las 7 ‘rondas’, como veremos más adelante). Puede
observarse claramente que las 3 primeras ondas van en descenso, sumiéndose en
la materia, la 4° onda es la de mayor sumersión en la materia, y las 3
ondulaciones restantes (de la n°5 a la 7°) van “emergiendo”, “sutilizando
la materia”, “ascendiendo”, “elevándose”, o bien, “resucitando”, palabras que pueden
servir para meditar en este asunto.
Nuestro
Logos o Espíritu Solar Planetario
está en su 4° encarnación (dentro de su actual plan evolutivo), es decir, en la
“4° onda” del dibujo precedente, apenas pasando en punto más bajo de la onda.
Es decir que Nuestro Planeta está, después de un largo viaje recorrido de
sumersión en la materia, recién comenzando su viaje ascensional o evolutivo.
Esta
comprensión dejará ver los errores conceptuales en los que muchos estudiantes
incurrieron al considerar a ‘la
ascensión planetaria’
relacionándola solo a un cambio de eras (de Piscis a Acuario) y a una fecha
temporal especial. Como puede observarse, con lo ya explicado, la ascensión
planetaria es un evento que comienza recién después de un eónico descenso de la
Divinidad (el
Logos o ‘Mónada Planetaria’) a la materia. Después de este gran
descenso o “corporización material del
Espíritu Planetario”, comienza el ascenso, que procede en escalas
sucesivas, con puntos de avance especiales llamados “Iniciaciones planetarias”,
todo lo cual lleva miles de millones de años hasta llegar a la ASCENSIÓN completa
en el final del 7° renacimiento planetario.
Las encarnaciones del Espíritu
Planetario ocurren primero en un tipo de materia muy etérea, sutil, lo cual
sería invisible para la nuestra vista actual. Recién en su 4° encarnación el
Logos posee un Cuerpo planetario físico sólido, como se ve en el dibujo,
visible por nuestros ojos físicos. Tal es el estado de nuestro planeta
actualmente, aunque conserva varias esferas de vida invisibles que compenetran
su costra sólida y acuosa.
Lo dicho
hasta aquí es muy básico, pero da idea clara del tema.
La
complejidad de este tema se agudiza al estudiar cada renacimiento planetario y
observar que en cada encarnación de un Logos Planetario la “oleada
de vida divina” (la corriente vital universal) debe girar 7 veces en
torno a 7 globos. Cada uno de estos giros completos de la ‘oleada de vida divina’ por los 7 globos
o esferas (que representan planos o mundos) se denomina ‘ronda’ o ‘revolución’. (Ver el siguiente esquema).
Al
completar la 7° ronda a través de la “cadena de globos” el Logos desencarna y
entra en un gran “descanso” (que en realidad más que un descanso es un tiempo
de asimilación silenciosa de todo lo experimentado).
Al
terminar su primera experiencia encarnatoria, y luego del descanso de
asimilación, (todo lo cual lleva miles de millones de años) el Logos renace
nuevamente, es decir, ‘reencarna’, pero esta 2° vez lo hace abarcando un grado
de materia más densa y, al mismo tiempo, desprendiéndose de la más elevada o
sutil esfera de energía de su anterior encarnación. Esto puede observarse en el
siguiente esquema, el cual es un tipo de esquema corriente en esoterismo para
estudiar estos temas.
En este
esquema puede observarse que el Logos, en su 2° encarnación (2° cadena de
globos) adquiere materia astral, pero se desprende de Atma. Este proceso se
repite, como el esquema demuestra, en cada encarnación logoica, cada vez
descendiendo un poco más, hasta su 4° renacimiento, tras el cual el proceso se
invierte, comenzando, a partir de lo más denso, a “subir”, es decir, a escalar
o ascender.
No
olvide el estudiante que la oleada de la
vida divina debe dar 7 vueltas
(rondas) a través de los 7 globos o esferas en cada encarnación, y en cada una
de estas rondas se sumerge en la materia y vuelve a salir de la misma, como
puede verse en el esquema.
Tomando
por ejemplo la 1° encarnación logoica (la primera cadena de globos o esferas),
la máxima sumersión a la que llega el Espíritu Planetario, es decir, la mayor
densidad a la que puede acceder “en cada una de sus 7 rondas” es el plano
mental inferior (manas inferior), como lo muestra el esquema. Pero en las 3
reencarnaciones subsiguientes (segunda, tercera y cuarta) el Logos se sumerge
en un plano de materia cada vez más densa, hasta llegar a la materia física en
su 4° encarnación (en sus estados sólido, líquido, gaseoso y sus 4 éteres, lo
cual conforman los 7 sub-estados del estado físico). El
estado material físico de la energía es el más densificado de nuestro plan
evolutivo planetario, y es en el que está actualmente nuestro planeta Tierra,
pero buscando ‘ascender’ nuevamente.
Nosotros
hemos traspuesto no hace mucho el punto medio del ‘plan de evolución
terrestre’. Esto ocurrió en la 4° raza,
la atlántica, (en la cuarta ronda de esta cuarta cadena de globos); recién allí
comenzó el esforzado y penoso ascenso planetario, el cual ya no será ‘esforzado
y penoso’ cuando el Ser Planetario llegue a su próxima Iniciación y, a partir
de allí, ‘se eleve’ más liviana y libremente, junto a todas las entidades
vivientes que puedan acompañarlo en su viaje ascensional.
La intención de quien aquí escribe
no ha sido desarrollar pormenorizadamente este estudio, sino dar simples pero
claras pautas de los fundamentos teosóficos de la llamada “Ascensión Planetaria”. Quien desee profundizar en estos temas
puede abocarse a estudiar con mayor
detalle en libros de teosofía, como el libro “El Sistema Solar”
de A. Powell, y el libro “Concepto Rosacruz del Cosmos”
de Max Heindel, para después de adquirir tales conocimientos pasar a ver el libro “Tratado sobre Fuego Cósmico”,
de Alice A. Bailey.
Para el objetivo del presente
material de esta Escuela Interna, lo dicho hasta aquí es suficiente, ya que
mayores detalles pueden adquirirse en las fuentes citadas.
(Se recomienda no
quedarse con una sola fuente, sino investigar y estudiar en forma abierta y
comparativa hasta adquirir ‘las esencias’ del conocimiento sobre esta temática.
Además, existen grupos en la Sociedad Teosófica, en más de 60 países, donde se
abordan estudios esotéricos y a donde el interesado estudiante puede acercarse
si en algún momento se encuentra con trabas de estudio que no pueda superar
solo).
Hay estudiantes a quienes les cuesta
muchos años ir adquiriendo comprensión en estos temas, y habitualmente se
requiere de varias vidas de reincidencia en estos estudios para ir madurando
una cimentada comprensión. Los que ya traen madurez en esto son los estudiantes
que ya poseen un “conocimiento intuitivo” de estos temas esotéricos, aunque sus
mentes cerebrales puedan no reconocerlo en forma consciente. Esto puede notarse
en la facilidad con que algunos pueden abordar estos complejos temas abstractos
entendiéndolos rápidamente y con leve esfuerzo. Esto es posible porque muchas
almas estudiantes, dejando su cuerpo físico en reposo durante las noches,
viajan a escuelas internas donde son instruidas sobre saberes ocultos al vulgo.
Estos conocimientos adquiridos, tanto en las aulas internas como en vidas
anteriores también, se traducen como ‘intuición’, es decir, comprensión
inmediata de algún concepto o temática espiritual, certeza de la veracidad de
algún concepto, y también como renovada atracción e interés por estudiar y
actualizar el entendimiento acerca de los misterios de la Vida.
En resumen y síntesis podemos
decir que:
- Los
esquemas presentados son un intento gráfico de explicar un conocimiento de
naturaleza abstracta (esotérico) que involucra varias dimensiones o
planos; por lo tanto, un gráfico en 2 dimensiones (largo y ancho) es
insuficiente. Solo es un puntapié inicial, un dedo señalador… La mente
debe ir más allá para interpretar el enorme proceso evolutivo cósmico. (La
imagen de una espiral descendente y ascendente puede ayudar).
- Recordar
que todos los planos o mundos citados, desde el espiritual al físico,
forman parte tan solo del ‘PLANO FÍSICO CÓSMICO’.
- Cada
planeta del Sistema solar es el “Cuerpo” de manifestación (ó encarnación)
de un gran ser llamado Logos Planetario u Hombre Celestial, que tiene su
propio ESQUEMA EVOLUTIVO dentro del Sistema solar.
- A
su vez, cada uno de los planetas, es un centro energético (Chakra) de
Aquel Gran Ser cuyo Cuerpo es el Sistema solar completo, AL CUAL SE HA
LLAMADO Logos Solar y también “Gran
Hombre de los Cielos”.
- Cada
uno de los Logos Planetarios en nuestro sistema solar está en una etapa
evolutiva diferente. Por ejemplo, nuestro Logos Planetario está en su 4º encarnación (o “4° cadena de
globos”); la corriente de vida divina ha girado ya 3 veces y media
alrededor de la cadena de globos, es decir que esta es su gran 4° ronda mundial; en esta 4° ronda
está a travesando ahora el 4º Globo
de dicha encarnación (el globo o esfera física), y atravesando el
desarrollo final de la 5º Raza Raíz (aria) de ese Globo.
- Según
lo expresado, es visible que el planeta Tierra ya está en un proceso
escalonado ascensional, y su siguiente gran paso será pasar al nacimiento
de la 6° Raza Raíz, lo cual coincidirá con una Iniciación o Nacimiento
Planetario.
- La
Jerarquía Espiritual Planetaria y las almas humanas preparadas en
consciencia, son y serán artífices, junto al Ser Planetario, de la
Ascensión Global de la vida.
El
presente material de esta Escuela Interna contribuye a la comprensión de este
proceso.
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1- Logoi: Es el plural de ‘Logos’.
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muchas gracis por toda la info
ResponderBorrarbendiciones